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ARDE YA LA YEDRA de GONZALO HIDALGO BAYAL
Superar un desamor escribiendo, un joven encuentra inspiración en las tardes de río y en un grupo de chicas nadadoras. La emoción de la escritura, la alegría de escribir, como método para superar el desengaño amoroso.
La emoción de la escritura, la alegría de escribir, como método para superar el desengaño amoroso.
«Una de las escrituras más brillantes de la narrativa española.» J.M. Pozuelo Yvancos, Abc Cultural
«Hidalgo Bayal quizá encarne hoy la más precisa y preciosa escritura de la que el español puede presumir.» Ricardo Menéndez Salmón, El Comercio
«Una de las voces más personales y atractivas de la literatura española de nuestro tiempo.» Alfonso Vázquez, La Opinión de Málaga
«Hidalgo Bayal, novelista insólito, es una especie de Robinson literario venerado por muchos.» Jesús Ruiz Mantilla, El País
Tras dejarle la novia, y en un momento de apatía y trabajos sin interés, el joven protagonista de esta novela sólo recupera en parte su entusiasmo en cuanto, espoleado por la convocatoria de un premio, decide escribir una novela. Sus lecturas últimas son poco inspiradoras, pero intuye que será el propio lenguaje, su afición a los juego lingüísticos, lo que le mostrará el camino. En las lentas y calurosas tardes de verano, acostumbra a pasear y sentarse junto al río. Inesperadamente un grupo de chicas se reúne en la orilla y se baña en las aguas cada tarde. ¿No serán ellas la mejor inspiración?